Un pan diferente, con ese toque de remolacha pero sin dejar de saber a pan. Se me ocurrió hacerlo gracias a mi abuela, que el día que hice las magdalenas de remolacha me preguntó que si también utilizaría el agua en la que la había cocido. Busqué recetas de panes y fui modificando algunos ingredientes como es el agua, la forma de preparación la seguí tal cual la encontré.
Ingredientes:
- 750 gr harina (yo puse la mitad de harina normal y mitad de harina de fuerza)
- 375 gr agua de remolacha (en la que hemos cocido la remolacha)
- 25 gr aceite
- 25 gr leche tibia
- 25 gr levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 1 pizca de azúcar
Preparación:
1º Tibiamos la leche y diluimos la levadura en ella. Dejamos reposar 15 minutos.
2º Mezclamos todos los ingredientes (primero los secos, luego la leche, el aceite y el agua) y amasamos durante 15 minutos aproximadamente.
3º Sigue amasando hasta que la masa esté suave, no sea pegajosa y sea fácil de estirar.
4º Engrasa o enharina un cuenco limpio y pon la bola de masa. Tápala con papel film o un paño limpio y déjala reposar entre 1-2 horas (hasta que doble su volumen).
5º Cuando haya doblado su volumen amasamos unos minutos más y le damos la forma que deseemos. Tapamos con un paño y dejamos levar otra hora.
6º Encendemos el horno a 230º y ponemos una bandeja con agua caliente en la base del horno para obtener humedad.
7º Hacemos unos cortes al pan. Metemos en el horno ya caliente.
8º A los 20 minutos retiramos la bandeja con agua y baja la temperatura a 200º.
9º Deja cocer unos 20 minutos más.
10º Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortar.
11º ¡Listo para comer!
Consejos y sugerencias:
- La leche debe estar templada, no caliente porque se echaría a perder la levadura y la textura del pan no sería la adecuada.
- Es recomendable que la masa fermente en un lugar cálido.
- Sabremos que la masa ha duplicado su volumen cuando la presionemos con un dedo y desaparezca la huella lentamente.
- El pan estará cocido cuando golpeemos la base con los nudillos y suene a hueco.
Espero que os guste
¡¡Nos vemos!!
Ingredientes:
- 750 gr harina (yo puse la mitad de harina normal y mitad de harina de fuerza)
- 375 gr agua de remolacha (en la que hemos cocido la remolacha)
- 25 gr aceite
- 25 gr leche tibia
- 25 gr levadura fresca
- 1 cucharadita de sal
- 1 pizca de azúcar
Preparación:
1º Tibiamos la leche y diluimos la levadura en ella. Dejamos reposar 15 minutos.
2º Mezclamos todos los ingredientes (primero los secos, luego la leche, el aceite y el agua) y amasamos durante 15 minutos aproximadamente.
3º Sigue amasando hasta que la masa esté suave, no sea pegajosa y sea fácil de estirar.
4º Engrasa o enharina un cuenco limpio y pon la bola de masa. Tápala con papel film o un paño limpio y déjala reposar entre 1-2 horas (hasta que doble su volumen).
5º Cuando haya doblado su volumen amasamos unos minutos más y le damos la forma que deseemos. Tapamos con un paño y dejamos levar otra hora.
6º Encendemos el horno a 230º y ponemos una bandeja con agua caliente en la base del horno para obtener humedad.
7º Hacemos unos cortes al pan. Metemos en el horno ya caliente.
8º A los 20 minutos retiramos la bandeja con agua y baja la temperatura a 200º.
9º Deja cocer unos 20 minutos más.
10º Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortar.
11º ¡Listo para comer!
Consejos y sugerencias:
- La leche debe estar templada, no caliente porque se echaría a perder la levadura y la textura del pan no sería la adecuada.
- Es recomendable que la masa fermente en un lugar cálido.
- Sabremos que la masa ha duplicado su volumen cuando la presionemos con un dedo y desaparezca la huella lentamente.
- El pan estará cocido cuando golpeemos la base con los nudillos y suene a hueco.
Espero que os guste
¡¡Nos vemos!!
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